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Tiempos de leyenda

 

Cuando Anita, nuestra narradora, era muy joven, vivió unos años en el barrio de La Barceloneta, en Barcelona.

Todavía recuerda la angustia de su madre en aquellos días grises de levante, al llenarse de pronto el mar de inmensas olas coronadas de espuma.

Entonces, las mujeres de los pescadores iban hasta la playa o a la escollera del puerto con sus hijitos, alguno en brazos aun mamando, y escrutaban inútilmente con ojos húmedos la neblina que se levantaba encima de las aguas, buscando la barca de sus esposos que ya jamás regresarían.

Su madre, mujer piadosa, les llevaba un cesto de comida, tratando de aliviar el hambre y las penas de aquellas viudas y huérfanos, tras muchas horas de inútil espera.

Pequeñas embarcaciones, numerosas de remo, eran tragadas por el temporal hasta las profundidades abisales.

Rara vez las aguas devolvían los cuerpos de los pescadores difuntos. Una vieja leyenda cuenta que en el fondo del mar tiene su palacio de oro y brillantes su Reina, quien protege y cuida los restos de los buques que naufragaron y permanecerán allí hasta el Fin de los Días.

Los creyentes dicen que esta mujer es la Stella Maris, o la Virgen del Carmen, o Notre-Dame de la Garde en Marsella.

Notre-Dame-de-la-garde--1

En todos los pueblos marineros se celebran fiestas y procesiones en honor a la Virgen patrona de los marinos y de los pescadores.

En las viejas ermitas e iglesias todavía podemos encontrar expuestos los exvotos, pequeños cuadros o reproducciones de embarcaciones que los marineros supervivientes de terribles peligros ofrecían a su protectora.

En la colección de la Fundación Aurora conservamos este exvoto, que en su momento entregaremos a un museo para que sea conservado y expuesto.

De la colección de la Fundación Aurora.

De la colección de la Fundación Aurora.

Buscaremos financiación para que todos los niños de 7 y 8 años reciban en su escuela una reproducción de este bello laúd. Al montarlo aprenderán a hacer los nudos marineros y la configuración de los viejos navíos.

También comprenderán el valor de todos aquellos Héroes que se atrevieron a enfrentarse a las tempestades, con el objetivo de alimentar a sus paisanos, y obtener unos escasos ingresos para hacer prosperar a su pobre familia.