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Artes de pesca. La Almadraba.

 

Desde la más remota antigüedad, los habitantes de las costas del Mediterráneo han sido famosos por su habilidad en la elaboración de productos de la pesca.

Durante el Imperio romano muchos establecimientos se dedicaban a la producción de conservas de pescado, que se enviaban a las ciudades romanas para placer de los consumidores pudientes. El producto más célebre era el garum, una salsa preparada con las vísceras de los pescados que se usaba para aliñar los platos, mezclada con aceite, vino, vinagre o agua.

Otra fuente muy importante de negocio han sido las almadrabas, redes que se tendían dentro del mar, sujetas por docenas de anclas, que conducían los atunes migrantes hacia unas trampas.

 

Almadraba

Grabado de una almadraba de perfil.
Sañez Reguart, volumen I, lámina VIII, p.68.

 

En este mapa preparado por la historiadora Judit Vidal Bonavila están señaladas algunas de las almadrabas más importantes.

 

Almadrabas en la costa del Mediterraneo

Mapa de las almadrabas de la costa del Mediterráneo.
El aprovechamiento del mar en los Siglos XVI y XVII. Judit Vidal Bonavila.

 

En los años 70 todavía podían verse en Zahara de los Atunes centenares de anclas de hierro alineadas en las playas, esperando el momento de ser utilizadas para el tendido de una almadraba.

Antes que la memoria histórica de esta tecnología milenaria se pierda, la Fundación Aurora explicará a niños y jóvenes este arte de pesca, lo que también nos permitirá introducirles en algunos conceptos técnicos. Motivaremos a los historiadores y a toda la gente del mar para que en los lugares en donde se tendió una almadraba, se erijan pequeños museos destinados especialmente a las visitas de niños y jóvenes y a recordar los tiempos pretéritos vividos por sus antepasados.